Al pretender adaptar esta obra a lo que es el teatro del la crueldad, hemos reducido notablemente el texto con el fin de darle más plurisignificación al montaje y abrir nuevas visiones al espectador, dejando de guiarlo por el camino de la linealidad y la lógica.
OCASO DE CENIZAS.
Sergio Valenzuela Valdés
(Adaptación)
PERSONAJES:
EL PADRE
LA MADRE
LA HIJA
ESPECTRO DEL HERMANO MAYOR
Argumento:
Esta es la historia
de una familia compuesta por un melancólico escritor, una posmoderna gerente de bancos y su pequeña hija, cuyo hogar
se encuentra en una ciudad ubicada a los pies
de un volcán en constante alerta de actividad. A medida que el caos
infecta el sistema familiar, aumenta la alarma de erupción. Tras el fin de las
mentiras (y con el paso de los años) se descubren secretos, muertes, y todo
el camino que las cenizas de esta
erupción de varios niveles han dejado a su paso, desencadenando en la fragmentación de los personajes y una
profecía auto cumplida. Escrita en forma de puzzle, la obra remite a una
dramaturgia basada en una coherencia de tipo
más bien emocional-enmascarada.
1: DE DOS RUTINAS Y
UN ENCUENTRO.
Esta escena es
antigua. Ocurre en un bar un día de lluvia. Vemos pasar los autos tras el
enorme ventanal que se encuentra al fondo de la escena. Está La Madre, muchos
años antes de todo lo que ocurrirá en esta obra, sentada en una silla de
madera, junto a la mesa que, al centro, tiene una vela roja encendida. Se
encuentra sola, mientras afuera, se escucha el sonido de la lluvia muy fuerte.
(Se escucha una música y se presencian sombras dando un ambiente de suspenso)
LA MADRE: No te
extrañes si nos volvemos a ver las caras una y otra vez… son simplemente, dos
rutinas que se cruzaron y tienden a
repetirse.
¿Qué buscas en
realidad? ¿Crees que podrás develar algún secreto?
(Como una memoria
difusa, se pierde en el oscuro)
2: PLAN DE
CONTINGENCIA.
Un recuerdo
antiguo, aunque no demasiado: El Padre camina de la mano con La Hija por las
calles de la ciudad. De pronto una voz, un clamor del pasado se hace presente.
El Padre se detiene en una banca para descansar, se sienta y saca un libro…
LA HIJA: Papá, el
cielo está gris.
-
Acá es donde empieza la trama
corporal: en el juego de cuerpos y música se empieza a desenmascarar al padre y
su secreto.
LA HIJA: Si te da
pena.
-
Atormentado por el recuerdo y las
voces oídas, el juego corporal vuelve nuevamente, haciendo “enloquecer al
padre.
El PADRE: Deprisa,
vamos
(Se vuelve oscura la sala y se escuchan
truenos)
3: RACCONTO CIEGO.
Oscuridad. El
momento de la destrucción. Flash-back de audio: Se oye un sonido devastador.
Enorme desastre natural. Semejante a un derrumbe, o algún movimiento telúrico
espantoso. Es una erupción violenta, una sacudida desde las entrañas de la
tierra, se muestra una parte del puzle en unas imágenes, el recuerdo del pasado
se hace presente en la sala... Luego, silencio. Quizás se oye una sirena de
policía o ambulancia a lo lejos, como los últimos acordes del piano cuando finaliza un concierto. Nada más. Solo
la calma después del pandemonio…
4: PREGÚNTALE A MI
ALMOHADA.
La Madre sentada en
la camita de La Hija Cuando Niña, que está acostada y en pijama. Se ve o intuye
la presencia del espectro de alguna manera no evidente. Estamos ante un recuerdo.
LA MADRE: ¿Cómo te
has sentido?
-
Acá es la primera vez en que el
espectro aparece. EL juego corporal está presente en toda la obra, y es el
pilar para que el nudillo se desenrede y se entienda la trama
El ESPECTRO DEL
HERMANO: Un poco triste. Un poco cansado.
LA HIJA: Aburrida.
(sigue el juego y
la música dicha desde un principio)
LA MADRE: Buenas
noches.
5. EL ETERNO
RETORNO.
Una imagen actual:
El Padre solo en la habitación matrimonial reamoblada, bajo un comprensible estado de embriaguez. EL
espectro del hijo muerto aparecerá lentamente, mientras el hombre proclama
sus pensamientos en voz alta.
EL PADRE: Soy el
Nietzsche de los cuentos infantiles. Jamás creí en Pulgarcito ni la Cenicienta.
Hoy no creo ni en mí. Sin embargo, hago lo mejor que puedo para que mi hija no
sea como yo. Quiero que se salve. Que
llegue a buen puerto. Yo... yo soy un bote
a la deriva. Escribo más de lo necesario, meo más de lo necesario y tengo más pena de la necesaria.
-
Acá, en la habitación del padre se
produce un “dialogo corporal” entre el espectro y el padre, hasta que se
produce el reconocimiento del padre sobre su hijo muerto. Después de ello, se produce un silencio tenso)
EL PADRE: ¿Cómo?
-
El espectro se va y aparece la
madre. El padre asustado toma a su mujer y con juegos de cuerpo le dice lo
ocurrido.
(Todo se vuelve oscuro lentamente)
6: ENCUENTRO
INEXISTENTE.
El espectro aparece
vestido con una enorme bata blanca de hospital. Parece un fantasma. Mira a la niña.
-
La niña se mira en el espejo, y en
un momento el espectro aparece dentro de él y sale y empieza a persuadir y
danzar con la pequeña. Hasta que la niña se vuelve triste y se va a su cama.
EL ESPECTRO DEL
HERMANO: No puedes. Tienes que confiar. ¿Confías en mí?
-
De una serie de juegos, se da a
ver que la pequeña esta enferma y prácticamente quiere vivir en paz
EL ESPECTRO DEL
HERMANO: Entonces no aprendas más. Conviértete
en Rapunzel. ¿Conoces a Rapunzel?
-
Tras eso, la pequeña toma atención
y empieza a interesarse por la propuesta y los consejos que el espectro le dice
sobre como lograr ese objetivo.
EL ESPECTRO DEL
HERMANO: Sólo mantente lejos.
(Se va de escena).
7: MI ENFERMEDAD
LLEVA TU NOMBRE.
Minutos antes de la
destrucción absoluta. El Padre y La Madre en la habitación. Él está sentado. Se
miran fijamente.
LA MADRE:
Deberíamos haber terminado esto antes.
-
A través de miradas y gestos
comienza una discusión, una leve vuelta a un recuerdo existente.
LA MADRE: No seas
tan dramático.
EL PADRE: Nunca
estuviste cuando te necesité.
LA MADRE: Imbécil
EL PADRE: Puta.
-
Touché. La Madre estalla en
llanto. El Padre avanza hacia la puerta
LA HIJA: (Se oye su
voz desde la sala de estar) ¡Mamá, mira, está nevando gris.
-
La madre al escuchar aquello, se
para, se seca las lagrimas y se marcha de la habitación. El padre suspira y con
un gesto de miedo intenso y preocupación, se apagan las luces.
8: OCASO DE
CENIZAS.
El espectro lo
mira. Ahora ambos están frente a frente. Se acercan lenta y peligrosamente a
medida que el diálogo avanza. Caos total, se descubre todo en escena y se produce
el verdadero ocaso de cenizas.
EL PADRE: Tengo que
ordenarlo todo.
-
Acercamiento y miradas tenues
entre los dos y odio notorio.
EL ESPECTRO DEL
HERMANO: ¡La verdad ya no soporta esos juegos!
-
Se da un nuevo juego corporal, un
tanto absurdo de tristeza y alegría a la vez, en donde al final, el padre queda
como un muerto prácticamente.
EL PADRE: Entonces,
estamos ante el fin.
EL ESPECTRO DEL
HERMANO: O ante un comienzo.
-
Se produce un silencio corporal
entre los personajes, cuando aparece la madre y descubre al espectro de su hijo
muerto .
EL ESPECTRO DEL HERMANO: Anhelaba tanto hablar contigo, mamá
-
Se produce un acercamiento entre
estos personajes y luego la madre cae al piso, abraza a su esposo creyendo que
su hijo los matará. El espectro se aleja y hace una seña al fondo. Aparece la
hija caminando y danzando a medida que avanza.
LA HIJA: Mamá, seré como Rapunzel, como las princesas de las que siempre me
hablas,
-
El espectro les da a entender que
su venganza es llevarse a su hermana, y les señala que su hija está muerta en
su pieza. Se produce un juego corporal cargado de movimientos bruscos y débiles
al mismo tiempo. Desaparecen de escena el espectro y la hermana y se escucha la
voz en off del espectro
ESPECTRO
DEL HERMANO MAYOR (Voz en off): nos veremos en otra ocasión…
EL PADRE (se tira
al suelo y se escucha la melodía de un piano): Ya es el fin, ya no queda nada, este
es nuestro ocaso de cenizas…
-
Acá estos dos personajes empiezan
un juego de lamentaciones y culpa mutua, buscan la muerte pero no la encuentran,
la madre cae al piso y no se mueve… El padre va, le besa en la frente y le hace
una seña de un “no despiertes”… y se va de escena.